12/05/2010

presentación de CALMA, CALMA II


Para todos aquellos que no pudisteis venir a la presentación de
CALMA, CALMA, he aquí lo que pasó...

Amàlia Ramoneda empezó agradeciendo a Maria Luisa, la editora,
su capacidad de convertir los libros en objetos artísticos y ser tan
respetuosa con todo aquello que desean los autores.
Después resumió brevemente el argumento. Una niña está sentada
con su oso de peluche en la playa cerca de un mar tranquilo. De repente
se desencadena una tempestad. Las olas arrastran al oso y a la niña
al mar. La niña, aterrada, pide ayuda a la luna, personaje mágico que
representa la imagen protectora que todo lo puede. La luna dice a la
niña que no puede ayudarla, pero que cierre los ojos, respire hondo
y se calme. La niña emprende un viaje hacia el autocontrol, hacia la
reflexión, simbolizado por unas escaleras que, entre las olas, ascienden
hacia la luna para alejarse de la situación, tranquilizarse, pensar en
qué hacer y cómo actuar. Amàlia no explicó el final, porque prefería
que los lectores lo descubrieran por sí mismos. Y aconsejó la lectura
y relectura del libro, porque como los buenos álbumes, no es un libro
que caduque a una edad determinada. Su lectura deja huella.

Amàlia comentó el carácter introspectivo, poético y minimalista de
CALMA, CALMA y lo emparentó con SOLEDADES, porque, según ella,
ambos son optimistas y lo que sucede en la trama hace crecer a los
personajes y también al lector. También emparentó a la niña de
CALMA, CALMA con Garmann, el protagonista de EL FINAL DEL
VERANO de Stian Hole, porque los dos hacen frente a su miedo,
un miedo necesario para activar mecanismos de defensa y que hay
que saber superar para poder vivir mejor. Todo el mundo tiene miedo
de alguna cosa, de las arañas, de los perros, de la oscuridad, de que
no nos quieran, de quedarnos solos... Pero vivir con miedos no es
bueno. CALMA, CALMA, como buen libro que también pueden leer
los niños, da una salida, una pauta para poder enfrentarse al miedo:
autocontrol, serenidad, distanciarse de uno mismo para analizar
y racionalizar la situación y poder actuar de la mejor manera.

Amàlia explicó que las imágenes sugerentes, limpias y elegantes
refuerzan la atmósfera de la narración transmitiendo perfectamente
las sensaciones y los sentimientos, y conduciendo a la reflexión.
La variedad de planos atorgan agilidad y riqueza a la lectura y la
fuerza del trazo del lápiz se encarga de dar vida a las turbulencias
anímicas. Las guardas y las páginas llenas de trazos de grafito,
oscuras, negras, como cuando cerramos los ojos, esconden la
respuesta del desenlace. Las ilustraciones, dibujos con gran
riqueza de grises, consiguen transmitir muchas emociones.
Los pocos detalles en rojo (para el vestido y los labios de la luna)
consiguen transmitir sensación de permanencia.

Respecto al texto, Amàlia destacó que estaba en total sintonía
con las imágenes. Lo definió como breve, conciso, concreto y
contenido (excepto en la repetición rítmica de "calma, calma").
Comentó que la obsesión de la hermana gemela de Neus por
los libros sin palabras ha conseguido que las páginas sin texto
remarquen el silencio que encuentra la protagonista cuando
pide ayuda y da tiempo al lector a darse cuenta de lo que
está sucediendo.

Chiara había dedicado el libro a todos aquellos días en los que
las olas parecen demasiado altas, para Amàlia CALMA, CALMA
es una sabia manera de conjurar el miedo y encontrar las
herramientas para afrontarlo. El miedo es la emoción más
profunda, la más fuerte, y el libro ayuda a desafiar los cánones
de las leyes naturales.

Amàlia Ramoneda (biblioteca Infantil i Juvenil Rosa Sensat)

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Neus y Chiara comentaron que CALMA, CALMA había nacido
(como SOLEDADES) a partir de unos dibujos de Chiara.
Los dibujos de la tempestad, la niña pidiendo ayuda a la luna
y subiendo las escaleras. Se trataba de unos dibujos realizados
en A3 con un trazo fuerte y expresivo que Chiara había hecho
de manera espontánea en un momento en que se sentía así,
ahogándose en el mar. Para transformarlos en libro, hicieron
crecer la historia por delante –buscando las causas que habían
llevado a esa tormenta, escalera y lunas– y lo hicieron crecer
por detrás –buscando la resolución–. Las palabras, surgieron,
simplemente, escuchando a los personajes.

Las autoras agradecieron a Maria Luisa el haber respetado
la idea original del libro. Con CALMA, CALMA tuvieron mucha
libertad a la hora de decidir el tamaño, la encuadernación, etc.
Pero, aunque la gestación fue muy ágil, el embarazo fue larguísimo.
Se tuvieron que superar muchos obstáculos: problemas para
encontrar el mismo papel que el de los dibujos originales,
escaners que no funcionaban, distribuidoras que quebraron,
incluso el día antes de la presentación, Chiara estuvo a punto
de perder su avión (por la huelga de estudiantes en Italia)
y la librería Abracadabra se inundó de agua.

Después de estas explicaciones, Neus leyó el siguiente texto:

"Durante el proceso, cada vez que ocurría alguna desgracia
nos decíamos a nosotras mismas: CALMA, CALMA. Y sonreíamos,
incluso reíamos.
Aún no habiendo nacido, el libro ya ejercía su influencia en
nosotras. Parecía que el libro nos ponía a prueba, y nos quería
enseñar su lección. Era como si tuviera vida propia y quisiera
que nos tomáramos en serio su mensaje.
Últimamente, y por desgracia, cada vez más gente necesita
de esta palabra: CALMA y, es curioso, siempre necesitamos
una doble ración: CALMA… CALMA.
Cuando las oigo, y es, para mi gusto, demasiado a menudo,
oigo las olas del mar, y veo la luna sonriente, y siento como
la niña cierra los ojos y respira hondo, y peldaño a peldaño,
baja o sube, sin mirar nunca abajo. Cuando las oigo, esas
palabras están siempre asociadas a las imágenes de Chiara.
Y ahora…
Los agradecimientos…
Neus quiere agradecer a Chiara el haberle dado la oportunidad
de crear una historia –una realidad– a partir de esos dibujos
suyos tan personales, tan íntimos.
Y Emma quiere agradecer a Neus esos buenos consejos que
le susurró la luna y que, como algunos sabéis y sufrís,
a veces le cuestan tanto seguir.
Y todas queremos agradecer a Maria Luisa por editar el libro.
A Guibo por el montaje. A Pep de Idea Sonora por darle vida
al libro con esos sonidos tan maravillosos de mar, de lluvia
y de magia. A Amàlia por esas maravillosas palabras.
A nuestra familia y amigos que nos apoyan y son tan buenos
consejeros, iguales o mejores que las lunas".

En la presentación pudieron verse algunos de los dibujos
originales del libro y una animación realizada con las imágenes
del libro añadiendo unos efectos de sonido. La mosca de
la tele fue un "regalo" de Ricardo y Silke, propietarios de
Abracadabra, a quienes agradecemos que hayan cedido su
librería para realizar este acto.

Como ya viene siendo tradición, los asistentes se llevaron
una chapa de recuerdo...

¡Gracias a todos!

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